A pesar de que los mexicanos celebramos la muerte y recibimos a nuestros seres queridos que partieron antes que nosotros para sentirlos cerca aunque sea por unas horas, muchas personas entran en estado depresión al recordarlos en la celebración del día de fieles difuntos.
Para los yucatecos, esta fecha significa el retorno de las almas de los difuntos para convivir con ellos y probar la esencia de los alimentos que se les pone en las ofrendas para recibirlos.
Ante esto, el Padre Jorge Martínez Ruz, de la Pastoral de Comunicación de la Arquidiócesis de Yucatán dijo que hay que afrontar esta tristeza con la esperanza de que un día estaremos reunidos con nuestros seres queridos: “Es inevitable estar triste, pero es un tiempo de esperanza, si los recordamos es porque creemos que ellos viven, y están en la vida eterna, y la esperanza es doble la esperanza es porque los vamos a volver a encontrar cuando Dios nos llame, y porque nosotros también esperamos lLegar donde están ellos”.
Las celebraciones del Janal Pixan reúnen a las familias en torno al altar, y esto hace menos pesada esta tristeza que embarga a la mayoría de las personas al recordar a los que se adelantaron en el camino:
“Y cómo enfrentar la tristeza?, reunirse en familia, asistir a las celebraciones comunitarias, a las misas, y además estas reuniones en familia no son solo para rezar y llorar, las familias están esperando el tiempo de los pibes para convivir y para recordar, si lo hacemos en familia y personas queridas se puede afrontar mejor el tema de la tristeza damos paso a la esperanza.
“Si confiamos en Dios, y lo seguimos estaremos todos reunidos en la vida eterna”, explico el sacerdote.
El Día de Muertos incluye al uno y dos de noviembre en una de las tradiciones más emblemáticas de México y catalogado Patrimonio Cultural Inmaterial por la Unesco. Aunque en Yucatán, el día 31 de Octubre se reciben las almas de los niños fallecidos.